En esta obra de técnica mixta por Kira Nam Greene, la artista Kyung Jeon nos mira con aplomo y serenidad. Está sentada en su sofá, y su largo cabello negro le cae sobre la túnica color naranja y turquesa. En primer plano, un cilindro de madera con pinceles revela su técnica preferida. Un plato con caquis (que se consumen en un festival de la cosecha llamado Chuseok para celebrar la buena fortuna) rebosa de potencialidades mientras el resto de la pintura es todo acción.

Greene sitúa a su amiga en un mundo fantástico que evoca el arte de Jeon y el interés de ambas en la tradicional técnica coreana de elaborar textiles con retazos, llamada pojagi. Dos conejos, signos zodiacales chinos de Jeon, parecen cocinar una poción. Las flores abundan y los diseños caleidoscópicos la rodean. La referencia al pojagi, los chorreos de pintura visibles en el fondo y las manos de la modelo, inacabadas, invocan los elementos de tradición, proceso y exploración en la creación artística.