Finalist
Jarod Lew comenzó a explorar lo que llama “las contradicciones inherentes a las construcciones de la identidad asiático-americana” al enterarse de que su madre estuvo comprometida con Vincent Chin, un chino-americano que murió víctima de un crimen de odio contra los asiáticos en Michigan en 1982.
Aquí Lew presenta a Gracie, una chica coreana adoptada, en el comedor de un hogar suburbano estadounidense. Lleva una camiseta de Homer Simpson, los brazos tatuados y una mascarilla cosmética. Tanto ella como su entorno sugieren una mezcla de generaciones y culturas. El aparador de estilo modernista contiene piezas de vajilla, un maneki-neko (gato de la suerte) y una matrioska que coexisten con la cabeza de un maniquí y otras chucherías, objetos que contrastan con el aspecto de Gracie. Los múltiples trasfondos culturales representados en la escena evidencian la complejidad de la identidad asiático-americana.