Finalist
Ilene Spiewak lleva más de 50 años explorando las relaciones entre el color y el espacio visual con pinturas que rozan los límites de la figuración y la abstracción. Durante la pandemia, la introspección y la soledad han hecho más escuetas sus composiciones y su paleta. “Me di cuenta de que en mi estudio lo que tenía a mano era a mí misma. […] Comencé a insertarme en mis pinturas con más conciencia que antes”.
En este autorretrato Spiewak delinea su silueta en carboncillo y pinta su rostro y torso desnudo en tonos suaves de blanco, rosa y gris que chocan con el fondo amarillo. Pinta su cuerpo envejeciente con franqueza, contrariando siglos de desnudos femeninos idealizados, jóvenes, esbeltos, en el arte. Colocándose descentrada en el plano pictórico, con el brazo derecho extendido, aunque truncado, Spiewak nos permite sutilmente acceder a su acto íntimo de observarse y pintarse.