A pesar de su función esencial en los negocios, o quizás por su ubicuidad, las personas que manejan las cajas registradoras son de cierto modo invisibles. Este retrato pintado por Marianna T. Olague pone el foco precisamente en los que laboran en servicio al cliente. La escala, la perspectiva y los colores saturados nos envuelven en la sensación de estar en fila para pagar.

Olague se inspira en la vida de familiares y amistades que viven en El Paso, Texas, en la frontera de México y Estados Unidos. Aunque no aparece en la imagen, la frontera ha definido en gran parte la vida de estas personas, y su impacto se palpa en los objetos y letreros que rodean a esta mujer, la hermana menor de Olague. Los alimentos de bebé y los cigarrillos están protegidos, signo de que se venden mucho y deben monitorearse. La empleada parece entre “ensimismada y hastiada” mientras desfilan ante ella transacciones casi todas “solo en efectivo”.