Célebre en el mundo del arte callejero, notoriamente dominado por hombres, la artista Swoon causó sensación a principios de la década del 2000 cuando empapeló las calles de la Ciudad de Nueva York con retratos tamaño natural. Muchas de las imágenes proyectaban a mujeres fuertes.

En ese tono creó Sasu y Kasei, retrato de una amiga que carga a su primer hijo después de bañarlo. Realizada en Tokio, Japón, esta imagen sigue una tradición centenaria de representaciones de la maternidad. Asimismo, capta a Sasu cuando trataba de conciliar su rol de artista con su nueva identidad de madre. Combinando la íntima imagen de madre e hijo con estructuras arquitectónicas de Tokio, Swoon creó una empática obra híbrida que incorpora técnicas de xilografía, collage, pintura e instalación.