Los retratos de Allison Janae Hamilton son evocadores, inquietantes, fantasiosos, y en ellos explora la memoria y la historia cultural. Este retrato proviene de su serie reciente Kingdom of the Marvelous (Reino de lo maravilloso), la cual describe como una “recomposición de fotos de mi colección de álbumes de mi familia, proveniente de un campo en Tennessee, y también de los clásicos retratos de estudio y de modas, para plasmar la vida afroamericana”. Hamilton explora la representación y la autoconstrucción de la imagen llamando la atención hacia “gestos que persisten lo mismo en retratos de estudio que en retratos informales de la primera mitad del siglo XX”. En esta serie, Hamilton elabora los elementos del vestuario de sus modelos con pieles, cuernos y cabezas de animales. También incorpora encajes, flores, velos, abanicos con motivos religiosos, panderetas y alimentos para animar su “juego con la historia y la memoria cultural y [para] trastocar las expectativas de identidad y cultura con un paisaje rural como telón de fondo”.