A Dean Mitchell se le conoce mucho por sus acuarelas de paisajes y bodegones de estilo figurativo que plasman personas y ambientes cotidianos. Mitchell, quien se crio en Quincy, Florida, un pueblo agrícola racialmente segregado, pinta temas contemporáneos pero se inspira en sus experiencias de haber crecido pobre en el sur del país. Aquí retrata a su viejo amigo Bob Ragland, quien se describe a sí mismo como un “artista obrero, de clase trabajadora”. Aunque nunca ha alcanzado un éxito masivo ni seguridad económica, Ragland es muy respetado y ha sido maestro y mentor de muchos artistas jóvenes. “El rechazo me ha hecho lo que soy. Me como el rechazo en un sándwich, y me hace más fuerte. Sabes, los tiempos duros siempre se acaban, pero la gente dura subsiste, y yo soy de esos”. Mitchell plasma ese carácter en este retrato iluminando con una luz sutil el rostro resuelto de Ragland, que nos mira de frente.